viernes, 11 de abril de 2008

Danilo contra el clima

En tiempos lejanos, un hombre se atrevió a desafiar a los dioses del sol y la lluvia. Ellos, en venganza, lanzaron una maldición sobre el osado mortal y su estirpe, para que los elementos se conjugaran contra el número mil en la línea de sucesión. Está escrito en el libro del principio de los tiempos
El "paganini" de esta pelea fue el pobre Danilo, un vendedor puerta a puerta modelo 94, que tiene un problema particular con el clima.
A Danilo lo persigue la lluvia. Una vez se fue para la Guajira ( un desierto) y precisamente pasó por ahí la tormenta tropical Bret. No importa qué época del año escoja, qué municipio, qué ciudad, siempre habrá una nube negra sobre su cabeza.
Hay una excepción. El día en que Danilo se coloca una chaqueta impermeable, un gorro de caucho, dos botas pantaneras, una gafas con parabrisas y saca un enorme paraguas negro... ese día, invariablemente, el sol brilla con todo su esplendor
Algo hay que abonarle al hombre. Nunca pierde la fe. Así que durante cinco días seguidos insiste tercamente en salir a la calle con sus botas, su impermeable, su paraguas, y como su trabajo es de puerta a puerta, hay que verlo sudando a mares por las calles de la ciudad, encartado con un enorme maletín, un no menos enorme paraguas, y un abrigo convertido en bojote que se cae cada media cuadra. Ese muchacho es un héroe.
Cuando llega el sexto día, Danilo se levanta temprano. Mira al cielo. Ni una nube. Escucha en la radio a los meteorólogos. Llama al Ideam. Le pregunta a su tía Josefina por el reumatismo. Suelta 10 golondrinas para ver si vuelan en círculos. Entonces se coloca un saco de lana y sale a la calle. Media hora después el cielo está nublado. Una hora después las calzadas están húmedas. Hora y media después Danilo está empapado
A veces no llueve. Tampoco hace sol. El día está sospechosamente tranquilo. Suele ser en quincena. En esas fechas Danilo deja su labor habitual de vendedor y se dedica a cobrar. Cada factura es independiente Son muchas. Siempre, en algún momento del día, Danilo debe sentarse a revisar sus papeles. Siempre, en ese momento especifico del día ... sopla el viento.
Es un remolino que sale de la nada. O una extraña brisa marina (sobre todo porque Danilo vive a 2 mil metros sobre el nivel del mar) o un tornado, si fuera necesario. El hecho es que agarra los papeles de Danilo y los riega por el parque, por la calle. por el edificio, por el andén. Manrique se resigna, y los recoge uno por uno. ¿Qué puede hacer un infeliz mortal ante la ira de los dioses?