sábado, 9 de enero de 2010

El balón no caerá

Uno
Primer golpe. Comenzamos a contar.
Dos
El balón es de voleibol… casi siempre. No tiene dueño. Alguien dejó el carnet para que lo prestaran.
Tres
En tiempos de fiesta es una bomba –un globo, para evitar confusiones de seguridad democrática–. En momentos heroicos, un balón de fútbol o uno de baloncesto.
Cuatro
La cancha es cualquier parte. Requisito ignorable: que haya pasto.
Cinco
Cuando hay bomba, el aula sirve. Normalmente es la cancha bajo techo. También cuando llueve.
Seis
Ellas se quitan el saco y se lo amarran a la falda, a menos que estén con el uniforme de educación física.
Siete
Ellos, a veces se remangan el saco, cuando lo tienen puesto.
Ocho
Es un círculo irregular. Tiene vida propia. Tiene movimiento. Se traslada de un lugar a otro. Crece, disminuye, se contrae, se alarga. Cambia de forma a medida que avanza el juego.
Nueve
El reglamento que nadie escribió pero todos conocen dice que manos y cabeza. En casos extremos los pies.
Diez
No hay discriminación. De dos en adelante pueden jugar todos. Todos. Todo el curso, por ejemplo. Se admiten patos.
Once
Son 15, 20, 30 personas unidas por un solo objetivo. No se caerá. El balón no caerá
Doce
Cada golpe se cuenta. Se corea.
Trece
A medida que avanzan los números, el tono cambia. Del uno despreocupado se pasa al 10 concentrado. El 15 es tenso. El 20 es alegre, el 30 suena a victoria.
Catorce
Acrobacias. Zambullida estilo voleibol. Carrera larga con manotazo o chilena. Rescate ante distracción momentánea. Todo vale. Ese balón no se puede caer.
Quince
Venganzas. Se aprovecha la circunstancia para cobrar deudas pendientes a punta de balonazos. Chiflada general.
Dieciséis
Torpezas. Golpes sin ninguna dirección. Memorables descachadas. Descachadas memorables. Sobredosis de fuerza.
Diecisiete
Círculo social. Ella siempre se lo manda a él. O viceversa. ¿Segundas intenciones? El tiempo confirmará.
Dieciocho
Y se cayó. No importa, vuelve y juega. ¡Uno!
Diecinueve
Más allá del claustro. Un paseo, una piscina, una pelota de playa ¡uno! ¡Waterpolo a la criolla!
Veinte
Sin límite de tiempo. Puede ser una sola ronda o la tarde completa.
Veintiuno
Dos cuerpos con los ojos en el mismo objetivo. En el mismo balón. Curso de colisión. Auch… Eso dolió ¿Se caería?
Veintidós
Chepazos. No juega voleibol. No juega fútbol. No juega a nada. Pero nunca es el que la deja caer.
Veintitrés
Mucho estilo. Mirada de águila. Manos en posición de juego. Antecedentes de gran deportista… se descachó.
Veinticuatro
Opción uno. El que la deja caer va saliendo.
Veinticinco
Opción dos. Penitencia para el que la deje caer tres veces.
Veintiseis
Mafia. Dos o tres se confabulan para ir sacando a los demás.
Veintisiete
La memoria dice que este deporte no tiene nombre.
Ventiocho
Un curso. Ellos y ellas. Un espacio. Un balón, un globo, una pelota.
Veintinueve
Un tiempo lejano. Ese momento en que la niñez se queda atrás y entra la adolescencia.
Treinta
Lazos de esos que solo se viven en el mundo alrededor del aula de clase.
Treinta y uno
Vamos a jugar todos. Somos un curso. El A, el B, el C… Somos un grupo. Somos un equipo. ¡Somos uno!
Treinta y dos
Mientras crecemos, estamos unidos por algo que es indefinible, pero que quedó incrustado en el corazón.
Treinta y tres
Recuerdos de momentos intrascendentes de esos que te marcan para toda la vida.
Treinta y cuatro
Siempre lo llevamos en el corazón.
Treinta y cinco
¡Y ese balón no se va a caer!