Cuando una empresa rebasa en sus necesidades de funcionamiento la semana laboral o los horarios que puede llenar a punta de horas extra o de confianza y manejo, entra al mundo de los turnos. Aplica también si hay dos personas o más rotándose el mismo servicio en el mismo lugar. Y donde hay turnos, hay mercado. Entiéndese este último como transacciones que realiza el personal de días, tiempos y horarios. Sin tanta carreta, la gente intercambia turnos.
Se permutan días completos, por ejemplo domingos o festivos. Se canjean horarios completos o parciales en fechas específicas. Así, cuando se supone que llega Juan, aparece José y viceversa. En vez de Patricia a primera hora de la mañana, entra María, y en el turno de la tarde ocurre lo mismo, cambiando nombres. Mientras el asunto no tenga incidencia salarial y se garantice el trabajo, los administradores solo piden estar enterados. Incluso en algunos casos se hacen de lado mediante un “arreglen entre ustedes”.
Pero nunca falta el creativo. A él le dedicamos esta amilcarada. Ese sujeto convoca a su colega con aire conspirativo, le explica que necesita un día X y le pide el favor de que lo cubra. Pero en vez de cambiar un día por otro, plantea alternativas basadas en complejas fórmulas espacio temporales y, hay que decirlo, una que otra viveza en perjuicio de la contraparte. Intentaremos explicarlas de la forma más clara posible. Recordemos: Sujeto es el que necesita el cambio y Colega es quien recibe la propuesta.
1. Sujeto y Colega trabajan en una empresa con dos turnos diarios de lunes a sábado, uno en la mañana y otro en la tarde. También funciona en un único turno domingos y festivos. Sujeto propone que Colega lo reemplace en el turno de un domingo. La devolución del favor queda pendiente para: un posible día festivo que le permita a Colega tomarse un puente cual Bolívar en Boyacá, o un día cualquiera entre semana que Colega requiera, siempre y cuando la empresa no ponga problema en que Sujeto doble turno por un día.
2. Sujeto y Colega trabajan en una empresa con los mismo horarios de la anterior. Lo que Sujeto propone es que Colega lo reemplace en el turno de un domingo (o en cualquier día normal). En contraprestación, Sujeto llegará más temprano o se irá más tarde durante varios días para que Colega trabaje menos tiempo, siempre y cuando la empresa no ponga problema en que Colega doble turno por un día.
3. Sujeto y Colega trabajan en el turno de la tarde. Sujeto necesita salir más temprano por un tiempo y le propone al administrador modificar temporalmente su horario para ingresar antes y así compensar el tiempo. ¿Cómo entra Colega en esta ecuación? Es el tipo del “Por si"… “Y jefe, Por si hay algún problema, ahí está Colega que sabe como funciona todo”.
4. Sujeto y Colega hacen turnos de enfermería de 12 horas. Colega es joven y con escasa vida social. Sujeto tiene sus años, mucha familia y mucha actividad extralaboral. Constantemente negocia con Colega para que este extienda sus turnos 24, 36, 48 horas o más. Depende de la resistencia de Colega y de la tolerancia del jefe, del paciente, de los parientes del paciente o de la institución. La compensación en este caso puede ser directamente económica, o en tiempos distribuidos de acuerdo con los casos anteriores.
5. Sujeto tiene una emergencia y acude a Colega para que le cubra la espalda. Este acepta de inmediato y queda pendiente para después definir los términos de la compensación.
6. Colega tiene una emergencia y acude a Sujeto para que le cubra la espalda. Este declara su voluntad de colaborar pero enseguida enumera detalladamente las múltiples razones por las cuales lo haría con mucho gusto, pero precisamente para ese día y ese caso en particular no se puede porque… eso es muy complicado.