miércoles, 11 de junio de 2008

Nuevones

Se sienten incómodos. No saben exactamente que deben hacer. Ignoran las rutinas pero forman parte de ellas. Quisieran pasar desapercibidos, pero son el centro de atención Los meten a la brava en conversaciones ajenas con el cuento de la integración. Un señora muy bien intencionada les sirve un tinto cargado y sin azúcar, justo como ellos lo detestan. Son las 24 horas más largas de su vida. Son el primer día de trabajo.
A diferencia del primíparo universitario, el primíparo trabajador ni siquiera tiene el consuelo de tener compañía en su desgracia. El está sólo, apoyado únicamente por su valor y ese carnet en el que quedó como mandril sin desayunar. Y así, debe enfrentar situaciones como las siguientes.
- El eficiente celador que insiste en no dejarlo entrar hasta que autorice el gerente, quien llega a las dos de la tarde.
- La secretaria de personal que lo recibe con una lista de 10 documentos, 7 fotocopias autenticadas y ocho formularios que debe llenar para poder firmar contrato.
- El encargado de almacén que le entrega un overol dos tallas más grande bajo la promesa de que "el lunes me llega uno de su tamaño".
- El simpático jefe que muy amablemente le hace seguir a la oficina y no lo deja mover de ella, justo antes de que le entre una llamada del abogado de su ex esposa (la del jefe) interesada en embargarle el 70 por ciento del sueldo.
- El mensajero avivato que cinco minutos después de conocer al nuevo compañero, le pide prestados cinco mil pesos
- La compañera del cubículo del lado que a la media hora de conocerlo, quiera saber hasta su más íntimos secretos
- El neurótico que le hace mala cara cuando entra, mal cara cuando cuelga el saco, mala cara cuando se lo presentan y mala cara, mala cara, mala cara...
- El simpático compañero vegetariano que para darle la bienvenida lo lleva a almorzar berenjena con salsa de soya.
- El gerente general que llega a conocer al nuevo empleado, justo cuando este salió a sacarle copia a la llave del baño.
- El contratista abusivo que ocupa el teléfono una hora.
- El señor desconocido que llega justo cuando el primíparo está solo en la oficina, lo mira de arriba a abajo y le pregunta algo que obviamente el primíparo ignora. ¿Quien era ese desconocido cansón? Obvio, el presidente de la empresa.