jueves, 1 de octubre de 2015

Una oferta que no pueden rechazar



Señores
Altos directivos, presidentes y representantes legales de los grandes clubes de fútbol de Europa.

Que tengan ustedes un buen día. Conocedor de la modalidad de contratación predominante entre ustedes para nosotros los colombianos, pongo a su consideración mi hoja de vida, confiado en que mis condiciones personales y profesionales sean adecuadas para satisfacer sus expectativas.

Aunque en la hoja de vida anexa detallo mi trayectoria laboral, anticipo que tengo gran experiencia en reemplazos, sustituciones, filas, esperas, contingencias y demás habilidades en las cuales, por lo que veo, el personal de origen colombiano goza de toda su confianza y favoritismo.

Aclaro que no aspiro a obtener las millonarias ganancias tasadas en euros que reciben nuestro futbolistas por ver los partidos desde la tribuna o la zona de reserva. Mis aspiraciones son muchísimo más modestas, con la ventaja adicional de que el trabajo que realizo no incluye la compra de derechos deportivos.

De hecho, estoy a su disposición para múltiples opciones Por ejemplo puedo ser el portero suplente. No el que cuida los tres palos, sino el que atiende la entrada de sus oficinas, o de la sede deportiva donde se realizan los entrenamientos.

Reconozco que ignoro si dicha plaza existe. Me atrevo a presumir lo siguiente. Al colombiano encargado de reemplazar a quien vigila una portería donde no hay nada de valor le pagan 740 millones de pesos. Entonces, por una centésima parte de ese valor, ustedes pueden tener otro colombiano para que le haga el relevo a quien cuida las instalaciones donde están, qué sé yo, los trofeos, los computadores, los muebles y otros activos. Seguridad ante todo.

También les informó que hace no mucho me tronché una pata, y aunque ya me recuperé médicamente,  aún no me muevo con la misma agilidad de antes de mi accidente. Y para aprovechar esta ventaja no es necesario que me den 500 millones de pesos mensuales. Mis tarifas son ridículamente bajas, y eso que yo pago mi propia ropa.

Para no extenderme, les expreso mi disposición para ponerme en contacto con ustedes por esta vía o por la que consideren conveniente. Solo quiero enfatizar otra competencia profesional, como son mis amplios conocimientos y experiencia en carpintería y/o ebanistería, tanto en la fabricación de muebles, como en su restauración y reparación.

Todo este conocimiento lo puedo aplicar en sillas, mesas y armarios. Pero lo más importante es que dispongo del  bagaje profesional para continuar con la tradición de las contrataciones colombianas en es pieza del mobiliario que, con contadas excepciones, parece ser una especie de patrimonio nacional en tierras europeas.

Me refiero, por supuesto, a la banca.