Señores
Altos directivos, presidentes y
representantes legales de los grandes clubes de fútbol de Europa.
Que tengan ustedes un buen día.
Conocedor de la modalidad de contratación predominante entre ustedes para
nosotros los colombianos, pongo a su consideración mi hoja de vida, confiado en
que mis condiciones personales y profesionales sean adecuadas para satisfacer
sus expectativas.
Aunque en la hoja de vida anexa
detallo mi trayectoria laboral, anticipo que tengo gran experiencia en
reemplazos, sustituciones, filas, esperas, contingencias y demás habilidades en
las cuales, por lo que veo, el personal de origen colombiano goza de toda su
confianza y favoritismo.
Aclaro que no aspiro a obtener
las millonarias ganancias tasadas en euros que reciben nuestro futbolistas por
ver los partidos desde la tribuna o la zona de reserva. Mis aspiraciones son
muchísimo más modestas, con la ventaja adicional de que el trabajo que realizo
no incluye la compra de derechos deportivos.
De hecho, estoy a su disposición
para múltiples opciones Por ejemplo puedo ser el portero suplente. No el que
cuida los tres palos, sino el que atiende la entrada de sus oficinas, o de la
sede deportiva donde se realizan los entrenamientos.
Reconozco que ignoro si dicha
plaza existe. Me atrevo a presumir lo siguiente. Al colombiano encargado de
reemplazar a quien vigila una portería donde no hay nada de valor le pagan 740
millones de pesos. Entonces, por una centésima parte de ese valor, ustedes
pueden tener otro colombiano para que le haga el relevo a quien cuida las
instalaciones donde están, qué sé yo, los trofeos, los computadores, los
muebles y otros activos. Seguridad ante todo.
También les informó que hace no
mucho me tronché una pata, y aunque ya me recuperé médicamente, aún no me muevo con la misma agilidad de
antes de mi accidente. Y para aprovechar esta ventaja no es necesario que me
den 500 millones de pesos mensuales. Mis tarifas son ridículamente bajas, y eso
que yo pago mi propia ropa.
Para no extenderme, les expreso
mi disposición para ponerme en contacto con ustedes por esta vía o por la que
consideren conveniente. Solo quiero enfatizar otra competencia profesional,
como son mis amplios conocimientos y experiencia en carpintería y/o
ebanistería, tanto en la fabricación de muebles, como en su restauración y
reparación.
Todo este conocimiento lo puedo
aplicar en sillas, mesas y armarios. Pero lo más importante es que dispongo
del bagaje profesional para continuar
con la tradición de las contrataciones colombianas en es pieza del mobiliario
que, con contadas excepciones, parece ser una especie de patrimonio nacional en
tierras europeas.