jueves, 6 de agosto de 2015

Yo tengo un amigo


Alter ego. Persona real o ficticia en quien se reconoce, identifica o ve un trasunto de otra. (Diccionario RAE) segunda acepción.

Hay momentos en los que la vida nos rebasa. Es la hora de pedir cacao. Solicitar ayuda. Clamar por auxilio.

Pero muchos de esos instantes implican situaciones, como decirlo, vergonzosas. Sin entrar en terrenos ilegales u inmorales, hay aspectos de nuestra existencia que preferimos mantener en el anonimato. Para eso acudimos al alter ego. Esa persona que no existe, pero podemos culpar de todo.

Esa es la versión sicológica. La colombiana arranca con una frase célebre que nadie cree pero todos respetan: “Yo tengo un amigo…”

… que una vez trató de entrar a Transmilenio con su tarjeta débito.
… que no se aguantó y tuvo que orinar en la calle, sin darse cuenta que estaba frente a un colegio femenino a la hora de salida.
… que nunca había tenido problemas pero la otra noche cuando estaba con la novia no pudo… usted sabe.
… que armó un escándalo en un restaurante porque le habían robado el celular, y al volver a casa descubrió que había olvidado el aparato en su hogar.
… que tiene una billetera con un pin electrónico medio escondido, por lo que pita cada vez que entra o sale de algunos almacenes 
… que dejó 500 pesos de propina en un restaurante y el mesero lo alcanzó y le dijo “se le quedó esta moneda, señor”.
… al que se le pierden todos los celulares.
… que tiene una verruga por ahí abajo.
… que se mandó tatuar el nombre de la novia más abajo del ombligo, una semana antes de que pelearan.
… que tiene unos vecinos que ponen el equipo a todo volumen, pero le da miedo ir a reclamarles.
… que dejó la tarjeta de crédito en un negocio de esos.
… que le tiene un miedo patológico a las aves, cucarachas, arañas o cualquier otro bicho tan inofensivo como abundante.
… que siempre deja las llaves dentro de la casa.
… que periódicamente se sube en el bus equivocado y termina perdido en algún barrio de los extremos de la ciudad.
… que ha caído como cinco veces en negocios de pirámides.
… que lo echan de todos los trabajos por gritarle a los jefes.
… que peleó con el celador de un centro comercial por tratar de almorzar allí con el portacomidas que le prepararon en la casa.
… que felicitó por su futuro hijo a una vecina gorda que no estaba embarazada.
... que introduce comida escondida en diversas “caletas” cuando va a cine.
… que dejó de fumar  hace un mes, hace dos meses, hace un año, hace 15 días, esta mañana...
… que tiene un celular último modelo pero para llamar compra minutos en la calle.
… que tiene que pedirle asesoría a su hijo para manejar sus teléfono inteligente.

… que comienza todas sus historias con un “yo tengo un amigo”…