En algún momento de la vida, el héroe oficial de nuestra existencia es ese señor que ostenta el titulo de papá. En la situación influye - además de su porte y su habilidad para sacar dulces del bolsillo del saco - algunas historias que nos ha contado, sobre relaciones con personajes importantes, aventuras dignas de un héroe de película o viajes maravillosos a tierras lejanas.
Lo cierto es que un día crecemos, y como quien no quiere la cosa, empezamos a repasar mentalmente los cuentos de papá. Y ahí aparecen las incoherencias de fecha, lugar y tiempo. ¿Como pudo jugar en el mismo equipo con Willington Ortiz y Oscar Córdoba en una final para el Mundial?
Ahí descubrimos la triste realidad. Papá no nos mintió, aunque sí exageró "un poquito". Por ejemplo:
Historia: Una vez, estuve en un concierto con Fruko y sus Tesos, hicieron un concurso de salsa y gane el primer lugar con el paso del espagueti.
Realidad: Una vez hicieron un concurso para ver quien era el más teso para comer espagueti con salsa. Papá no ganó, pero pasó una noche en medio del desconcierto.
Historia: Tuvimos una pelea de jóvenes, éramos 5 contra 20. pero los sacamos corriendo a los 18 minutos.
Realidad: Ibamos a pelear seis contra cinco pero ellos, de lo grandes parecían 20. Salimos corriendo y nos persiguieron 18 cuadras.
Historia: En la final del campeonato intercolegial, anoté en el último minuto el gol que nos hizo campeones.
Realidad: En un partido con otro colegio, lesioné en el ultimo minuto al arquero rival, y luego ganamos por penaltys
Historia: Cuando viajé a los Estados Unidos, mi compañero de silla fue Silvester Stallone, quien habla viajado de incógnito a Colombia.
Realidad: Cuando conseguí un puesto de cargamaletas en el aeropuerto, vi a los lejos un tipo idéntico a Silvester Stallone, pero hablaba como boyacense, y era negro.
Historia: Una vez tuve que atravesar el río Magdalena nadando en medio de una tormenta.
Realidad: Una vez me caí a la quebrada la Magdalena, y me sacaron con chinchorro.
Historia: No me casé con Amparo Grisales, cuando a ella no la conocía nadie, porque era en ese tiempo una negrita maluca. Por eso preferí a su mama (la suya mijo, no la de Amparo Grisales)
Realidad: No me casé con Amparo Grisales - la dueña de la tienda de la esquina y homónima de la famosa actriz - porque, es, fue y seguirá siendo, una negrita maluca, y su mamá, pese a todo, es mucho mejor
Historia: Cuando Rafael (el cantante español) vino a Colombia, me habló como se le habla a una amigo de confianza, y me dio recomendaciones para evitar problemas con mi vida.
Realidad: Cuando Rafael , el cantante español, vino a Colombia, le lanzó un grito a un bobo parado en medio de la calle. "¡Quitaos de ahí imbécil, no ves que te vamos a atropellar”!