jueves, 18 de agosto de 2016

Paternidad para machos

Hay actividades reservadas a hombres musculosos, pechipeludos, valientes y repletos de testosterona. Por ejemplo, cambiar pañales por primera vez. El padre novato tarde o temprano tendrá que hacer su aporte en el constante proceso de reciclaje de su vástago. Un recién nacido duerme, llora, come y todo lo contrario de lo anterior. Esto último se traduce en un consumo desaforado de pañales, que es necesario cambiar. Y te figuró, papá.

Después de cuatro viajes perdidos al closet, trayendo siempre la talla equivocada del gran surtido regalado por los amigos, será seleccionado el adecuado. Entonces vendrá la sesión de instrucciones por parte de la esposa, suegra, madre, hermana o tía.

- Póngalo en el cobertor y suéltele el pañal.

El pequeño cuerpo desaparece entre las manotas del neopadre, que pasa nerviosamente a su hijo de la cuna a la zona de cambios. La desproporción de tamaño hace que el aprendiz de nana se mueva con la delicadeza de un relojero al soltar los broches. A veces es tanta la precisión que el instructor dice cariñosamente, “apúrele hola”.

- Levántelo y saque el pañal.

- ¿Qué que?

- Que lo levante y saque el pañal.

Siempre existe la esperanza de que no sea en serio, pero la mirada del instructor pulveriza esa esperanza.  Muy despacio levanta al pequeño y va sacando... ustedes saben lo que va sacando. Con una destreza envidiable se dobla y arroja el pañal usado a una caneca, una bolsa, o una hoguera lo más lejos posible. Todo terminó.

- Límpielo y póngale el otro.

No, no ha terminado. Y a veces el pequeño caballero o la pequeña dama decide ahorrar el próximo cambio y procede a ensuciar pañales sin pañales, o sea en las manos del padre. Y lo más increíble de todo, es que a este le parece lo más tierno del mundo.

Cuando coloca el último broche, y el padre va a lavarse las manos, quitarse la camisa nueva con su igualmente nuevo “estampado” y bañarse en agua de colonia, la voz de la instructora reitera la condena.

- Esta noche le toca a usted.

Esa vaina es pa` machos.