jueves, 28 de julio de 2016

Soluciones mágicas modelo 2016


El departamento de soluciones mágicas es uno de los patrimonios más antiguos de la humanidad. Periódicamente alguien se inventa, descubre o simplemente o reencaucha algún concepto, actividad  producto u organización que sirve para todo. Mi memoria personal incluye el noni (una fruta de los mares del Sur) el chontaduro y el borojó (apoyemos el producto nacional). En determinado momento empezaron a circular versiones que atribuían a  los vegetales mencionados todo tipo de atributos, incluyendo los dos infaltables: curar el cáncer y servir como poderosos afrodisíacos.

Lo que vino después fue una especie de histeria colectiva encaminada a adquirir el producto de turno y una cadena de distribución con tintes de mercado negro. Pero todos estos insumos milagrosos tienen su vida útil. Del noni quedan  algunas botellas vacías o semivacías llenándose de polvo. El borojó pasó a ser opción de jugo y el chontaduro comida callejera de regiones y temporadas.

Los “curalotodo” no son solo comestibles. Hace como 5 años circuló profusamente un video cuyo nombre no cito porque era secreto, cuyo contenido –creo, porque nunca lo vi- aseguraba la fórmula infalible para lograr  algo. Si “algo”  era llenarse de plata vendiendo videos, funcionó bastante. Aunque el mercado colombiano no fue su ejemplo más representativo, pues lo que sí vi fueron múltiples copias, todas ellas piratas, distribuidas en las esquinas o de mano en mano entre grupos familiares y de amigos.

También le toca el turno a los países. La India se pone de moda por épocas.  En tiempos de hippies y otros melenudos descomplicados, era obligatorio tener un gurú, hacer un viaje de iniciación, vestirse de tela y asumir la profunda espiritualidad de los vedas. Y si dije alguna barbaridad me disculpo, pero en mi defensa alego que pocos hicieron la vuelta, la mayoría se limitó a hablar de ella con palabras como vedas, kamasutra, brahmaputra, ghandi, bollywood y curry que no se sabe si tienen alguna relación con el asunto, pero suenan a hindú.

Hubo en tiempos pasados una cosa llamada mesmerismo, en el cual todos los problemas se solucionaban con un imán por cuenta del magnetismo animal. Económica y políticamente hablando, comunismo, fascismo, globalización, gaitanismo, peronismo y capitalismo han prometido solucionar, de una vez y para siempre, todos los problemas de este planeta.

En los tiempos actuales, es la  tecnología. Para ser exacto, una aplicación específica de la tecnología. Sirve para todo. Equipos de trabajo, familias extensas, relaciones de pareja que suman más de dos, actividades sociales, crisis empresariales, hijos que comparten colegios, compras especializadas, gustos compartidos, desempleo, vicios o manías de las comunes y de las otras, expresiones políticas en pro o en contra de algo, equipos de fútbol que pierden todos los partidos, desocupados que se acaban de conocer, desconocidos que desean conocerse,  recetas de cocina, intenciones electorales, desprogramados, enfermedades huérfanas, fiestas clandestinas, celebraciones religiosas...

Hablamos, como no, de la acción obligatoria cada vez que tres personas o más se juntan. Acción que sirve para seguirse juntando sin necesidad de volverse a juntarse porque requieren estar juntos pero no pueden o no quieren juntarse.

Suena complicado, pero es sencillo. Solo se trata de crear un grupo en whatsapp. Así, ante cualquier situación se puede bajar, subir, colgar, leer o escribir y asunto arreglado. Esa es la solución mágica para todo, modelo 2016.