lunes, 11 de agosto de 2008

Mentiras modernas

Desde el momento en que nuestro padre Adán puso cara de yo no fui y, mirando al Gran Jefe, dijo que él no se había comido esa fruta, el ser humano comenzó a conjugar el verbo mentir.
De ahí para adelante los egipcios aseguraron que se habían demorado por estar trabajando en la pirámide; los romanos explicaron que el incendio causado por Nerón era la causa de su retraso y lo héroes del oeste culparon a un inesperado ataque indio de su demora.
Claro que llegó el siglo XXI con su sobredosis de información, sus celulares, su Internet, su correo electrónico, sus portátiles y demás mecanismos que permiten contacto permanente. Con eso se acabarían las mentiras y el mundo evolucionaría a una etapa de honestidad, sinceridad y cumplimiento.
O las mentiras se adaptarían a la nueva tecnología, que fue lo que efectivamente sucedió. Van los ejemplos.
- “Yo no he recibido ningún correo”.
- (En el chat 1) “Claro, soy mona, de ojos verdes y mis medidas son 90-60-90”.
- “Estoy en un trancón” (aclaración: está en su casa, con el celular en la oreja, recién levantado).
- “Lo tengo aquí, en la USB”.
- “Es que le entró un virus al computador y por eso se perdió el trabajo”.
- “Mándeme un correo y yo le respondo lo más pronto posible”.
- “Mira que me robaron el celular y allí era donde tenía tu teléfono. Por eso no te volví a llamar”.
- “Ya voy a llegar” (al principio o, en el mejor de los casos, en la mitad del trayecto).
- (En el chat 2) “A ver, a quién me parezco... es como una mezcla de Tom Cruise y Brad Pitt”.
- “¡Pues claro que estoy solo!” (o sola).
- “Yo te dejé un mensaje en el contestador”.
- “Se me descargó el celular”.
- “Es que no me ha quedado tiempo de entrar al Facebook”.
- “No, ella no está conmigo”.
- (En el chat 3) “No, no tengo pareja por ahora”.
- “¿Ese ruido?... No, es que estoy frente a una discoteca”.
- “¿Seguro que no le ha llegado el e-mail? Mire bien”.
- “Marque al PBX y ahí le contestan y le solucionan el problema”.
- (En el PBX). “Muchas gracias por llamar”.
- “No tengo minutos”.
- “Se me perdió tu correo. ¿Me lo puedes repetir?”
- “Claro que estoy ahí mamá, donde más iba a estar”.
- “No me abrió el archivo”.
- “No escucho, parece que aquí la señal del celular no entra bien, halo, haloooo...”

Arrendatarios

Es necesario ser justos. Así como existe toda una fauna de arrrendadores de habitaciones, los arrendatarios no se quedan atrás. Como estos, por ejemplo.
- El melenudo de arete que pregunta a la propietaria, recién salida de una operación al corazón: ¿Habrá problemas si aquí ensaya mi grupo de rock?
- El amante de los animales que insiste en camuflar una pareja de pastores alemanes en el apartamento del piso 18.
- La pareja despistada que pregunta a la dueña cuanto cobra por la hora.
- El caballero trasnochador que bota 4 juegos de llaves en igual numero de semanas, y pide disculpas luego de timbrar como loco a las tres de la mañana.
- La niña emproblemada que llega llorando todas las noches, especialmente cuando van a cobrarle la renta.
- El especialista en mecánica automotriz que parquea todos los días frente al garaje de la casa las tractomulas que él mismo arregla.
- El altamente colaborador arrendatario que daña, en su orden, la nevera, el equipo, el televisor, la tubería del baño y el piso del patio, bajo la premisa de “con mucho gusto le ayudo, señora".
- El compañero de apartamento que se baña semana por medio, ignora el significado de la palabra lavaplatos, come crispetas sobre la alfombra y derrama todos los líquidos que pasan por sus manos.
- El propietario paranoico que pregunta todos los días después de regresar: "¿Quien cambió de sitio mis porcelanas?”
- El joven que paga un año por adelantado, mantiene la puerta bajo llave, llega después de medianoche y sale de madrugada, y deja como único signo de vida unas sospechosas manchas blancas en la alfombra.
- El glotón que instala una estufa eléctrica de tres puestos en su habitación, y la utiliza para frita chicharrones con la puerta cerrada.
- La chica liberada que recibe la visita de un "primo" distinto todas las noches.